sábado, 8 de junio de 2013

Metodos Para Estudiar La Biblia

primeramente debemos entender que una lectura casual de la Biblia puede aportarnos pocos beneficios, en cambio un estudio profundo y sincero, puede resultar en una vida transformada y una relación estrecha con Dios.


Algunos métodos de estudio de la biblia:


ESTUDIO BIOGRAFICO

Este método consiste en escoger un personaje bíblico y estudiar su vida. Para ello es necesario contar con una concordancia, ya que si bien en algunos casos hallaremos en un solo libro y en forma continua toda la vida de un individuo, en otros casos deberemos consultar diferentes libros para tener toda la información disponible en la Biblia sobre esa persona.


NACIMIENTO E INFANCIA

¿Quienes fueron sus padres? ¿Hubo alguna circunstancia especial en su nacimiento? ¿como era su familia, tenia hermanos/as? ¿Como fue su infancia, como y dónde creció? ¿En qué época vivió? ¿Cuáles eran las circunstancias históricas y/o culturales que rodeaban a esta persona?


VIDA ADULTA

¿Que oficio o profesión tenia esta persona? ¿Que circunstancias especiales de su vida nos relata la Biblia? ¿Se casó? ¿Tuvo hijos? ¿Qué hizo esta persona por Dios, su pueblo o su iglesia? ¿Cuales fueron las circunstancias de su muerte?
No siempre tendremos todos los datos correspondientes a estas preguntas, algunas veces la Biblia no nos habla sobre el nacimiento e infancia de las personas, otras veces no sabemos como o cuando murió o cómo era su familia.


APLICACION

Una vez que nos hemos familiarizado con esta persona y su vida, podemos obtener la aplicación personal de lo que hemos estudiado.
¿Qué virtudes tenía esta persona? ¿Cuáles eran sus defectos? ¿Hay ejemplos que seguir en su vida? ¿Cometió errores que yo debería evitar? 
Todo estudio bíblico así como debe principiar como oración, debe finalizar del mismo modo, pidiendo a Dios ayuda para aplicar lo aprendido. 



ESTUDIO DE UN LIBRO

Es aconsejable empezar este tipo de estudio con algún libro corto, de pocos capítulos. 
  1. Leer todo el libro de corrido para familiarizarse con el contenido.
  2. Determinar el autor, los destinatarios y la época en que fue escrito el libro. Esto a veces surge del mismo libro, otras veces debemos recurrir a fuentes externas (ej. Biblias con introducción, diccionarios bíblicos, etc.)
  3. Comenzar otra vez la lectura, en esta ocasión trataremos de establecer las divisiones naturales del libro. La enorme mayoría de las Biblias ya se encuentra subtitulada, pero debemos tener en cuenta que cuando el autor escribió el libro lo hizo en párrafos, no existiendo los capítulos, los versículos, ni los subtítulos que fueron agregados muchos siglos después para facilitar la ubicación de los textos, y que en algunas ocasiones cortan la fluidez del texto original.
En esta parte del estudio, la meta es lograr un bosquejo del libro, donde descubriremos los diversos temas que toca, las subdivisiones y finalmente el tema principal de todo el libro.




ESTUDIO INDUCTIVO

Este es el método de estudio más exhaustivo y tal vez más provechoso. Consiste en escoger un pasaje corto, puede ser un capítulo, o parte de un capítulo, aun se puede utilizar este método en un solo versículo.
  1. Leer varias veces el pasaje para familiarizarnos bien con él.
  2. Leer su contexto como se explico antes, para su correcta interpretación.
  3. Nos haremos las preguntas que comienzan con 6 palabras clave: ¿Quién? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Cómo?


El paso más importante siempre es la aplicación personal de nada nos sirve estudiar si no ponemos en práctica lo aprendido.


“Lee la Biblia para ser sabio, créela para ser salvo, y practícala para ser santo”



Déjenos saber sus comentarios.
Gerson De La Cruz Martinez

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